Las prácticas agrícolas sostenibles ofrecen una poderosa oportunidad para revertir la degradación del suelo y recarbonizarlo, creando efectivamente remociones de carbono y promoviendo la salud general del suelo. En este proyecto, se anima a los agricultores a adoptar prácticas agrícolas que han demostrado aumentar el carbono orgánico del suelo, lo que a su vez mejora la retención de humedad y nutrientes del suelo, llevando a mayores rendimientos de cultivos.

A pesar de enfrentar barreras para la adopción, este proyecto trabaja en estrecha colaboración con socios para crear soluciones factibles y sostenibles que permitan el cambio de comportamiento desde la base y ayuden a los agricultores a superar estos obstáculos. El proyecto proporciona beneficios financieros directos a pequeños y medianos agricultores a través de créditos de carbono, impulsando así sus medios de vida. Además, las prácticas de agricultura regenerativa ayudan a construir la resiliencia de los agricultores contra las variaciones climáticas extremas. Los agricultores están mejor preparados para combatir las repercusiones que surgen de condiciones de lluvia errática y sequía severa. Se espera que este proyecto genere varios beneficios comunitarios, promoviendo resultados más amplios de desarrollo sostenible.